Un grupo de amigas decide retarse en la noche de Halloween. Tres de ellas deberán entrar a un almacén abandonado, una antigua casa del terror, y volver antes de media noche con una prueba. Circulan rumores de que está encantada, que hay alguien allí que no deja salir a nadie que penetre en ella y, además, la ciudad está aterrorizada por una depredadora que anda suelta. La ciudad está llena de bellas mujeres y Stormy sólo tiene que esperar.
Así me gustan a mí las segundas partes, que mejoren y/o enriquezcan el original y te dejen con ganas de ver una tercera parte. "The Predator 2: The Return" sigue la estela de la primera parte con Stormy más depredadora sexual que nunca, pero añade un punto más argumental. Mientras que en la primera parte Stormy cazaba indiscriminadamente y el espectador no podía más que asimilar su sed de mujeres al estilo vignette, en esta segunda parte se nos plantea un argumento paralelo para los secundarios (el de las chicas en Halloween), hace que sigan vivos los hechos de la primera parte y deja a Stormy vía libre para hacerse con todas las chicas que aparecen en la película.
Para entender la diferencia sustancial entre las dos películas, podríamos decir que la primera parte es como "La Matanza de Texas" (donde se nos presentó a Stormy, vimos todo lo que hacía sin más explicaciones y debíamos aceptarlo) y esta segunda parte es más como las secuelas de "Saw", donde conocemos más al personaje, se potencia el terror contemplativo y podemos compadecernos de los secundarios.
Es, sin duda, una buena segunda parte. Más compleja en la realización, dota de mayor profundidad al personaje (en la primera sólo vimos sus actos, ahora vemos también sus reacciones y su maldad interior), aumenta las dosis de terror gracias a que se potencian estas escenas y a la introducción de una trama más argumental y, por todo el conjunto, da una oportunidad mayor a Stormy de lucirse en su papel.
En cuanto a la parte sexual, no baja el nivel, sino que lo sube sustancialmente. Seis escenas lésbicas componen el filme. Stormy participa en tres de ellas: una, la que abre el filme, con Roxy De Ville y Nikita Denise; otra con Gianna Lynn y Memphis Monroe, y una tercera con la genial Penny Flame. Las tres escenas restantes las protagonizan Lexi Lamour y Sammie Rhodes, Adrianna Nicole y Kelly Wells, y, cerrando la película, Alektra Blue, Holly West y Aline. Hay mejores y peores, pero ninguna tiene desperdicio: Sammie Rhodes le quita la cabeza a una muñeca y masturba con el largo cuello del juguete a su compañera; Stormy abusa de sus prisioneras y recibe un apasionado beso negro de una de ellas, se entrega a un festín de dildos con otras dos, es penetrada por la porra de policía de Flame... Es difícil decidir cual es la mejor escena, pero yo me quedo con la última. Primero, porque incluye Alektra Blue; segundo, porque sus compañeras están más que buenas; tercero, por la iluminación y ambientación; y cuarto, porque nos brindan una estupenda sesión de sexo húmedo.
En el terreno interpretativo, Stormy destaca en su papel, aportándole más matices que no tenía en la primera parte, y también sobresale, como de costumbre, Penny Flame, que interpreta a una agente de policía al borde de atrapar a la depredadora (aunque su papel es pequeño y al final de la cinta). Sin embargo, las cinco amigas realizan un trabajo interpretativo bastante más pobre en sus escenas de diálogo, más amateur, y no dotan del suficiente realismo a sus papeles.
En conclusión, una fantástica segunda parte que nos deja con ganas de ver una tercera. La inestimable ayuda de Clousot, Raven y Morgan se hace notar, como en la primera parte, pero no cabe duda de que Stormy sabe lo que hace. Esperemos que se potencie todavía más la parte argumental en la tercera (con Penny y otros policías tras la pista de la depredadora), pero que no se olviden de lo esencial de ambas películas: morbo, fetichismo, terror y una Stormy más sexy y arrebatadora que nunca.
Lo mejor: Que siendo fiel al original haya evolucionado a mejor, que te deja con ganas de una nueva entrega y que Alektra Blue permanezca en el reparto
Lo peor: Aunque no es malo, su propia identidad: sólo hay lésbicos (aunque la inclusión de alguna escena hetero me hubiera defraudado)
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