“The New Devil in Miss Jones” (2005) es, sin duda, una de las más grandes obras del maestro Paul Thomas, una versión del clásico de Damiano que lo reinventó y modernizó creando una nueva película brillante en todos los sentidos. Thomas decidió hace un tiempo realizar otro remake (o reimagining) del clásico y 2010 ha sido el año del estreno. Al frente, la Miss Jones de la primera parte, Savanna Samson, encarnando, esta vez, al diablo, y, como la señorita Jones, Thomas nos trae esta vez a la magnífica Belladonna.
Melinda Jones (Belladonna) es una periodista sin mucha ética ansiosa por alcanzar la fama y el éxito. Tras una buena exclusiva sobre un asesino, recibe una invitación para una fiesta en la que hacer contactos y conseguir su ansiado éxito. Allí, todo su mundo dará un giro y lo que imaginó como su sueño se convertirá en una pesadilla.
Aunque no se trata en absoluto de una mala película, no pude evitar quedar decepcionado tras verla. Puse demasiadas expectativas y esperaba una nueva obra maestra, y Thomas trajo una película entretenida, bien hecha y con buen sexo, pero sin la genialidad que se espera tras haber visto su remake de 2005.
La historia es interesante y funciona bastante bien, pero su desarrollo es bastante simple y sin la presencia de sus predecesoras. Pero sobre todo es más previsible. Intuimos de seguida quien son ‘los malos’ y lo que le va a pasar a Melinda y, aunque todo queda bien resuelto y nos muestran el conflicto que desencadena los hechos, no resulta un final tan impactante y trascendente como el del remake de 2005.
Pero hay ser justos y no comparar ambas películas. De hecho, no se trata de una secuela del anterior remake, sino de una nueva versión que ni siquiera sigue de cerca la trama original y que lo único que guarda del filme de Damiano es la presencia del diablo, el apellido de la protagonista y la muerte como personificación del pecado.
Así, olvidando las anteriores versiones, hemos de decir que la película, pese a no ser ninguna obra maestra, funciona bastante bien como thriller, tiene escenas muy bien traídas como la de la Lockwood y Manning transformándose sobre Belladonna, o la de Belladonna visiblemente embarazada (aunque por fechas no pueda ser, el filme se rodó en 2007) dando a luz a un buen número de serpientes (otro guiño al original).
Belladonna, como es habitual, hace un buen trabajo en la interpretación, sustentando el peso del filme sobre sus hombros, y los secundarios (Penny Flame, Evan Stone, Kart Lookwood, Nick Manning, y la propia Savanna Samson) cumplen también con su papel sin problemas. Y, como de costumbre, Thomas lo dirige todo con pulso firme y fusiona, sin fisuras, la parte argumental y la sexual.
Y es que la parte sexual es de lujo. Abre la película Belladonna, poniendo cachondos a dos obreros mostrándose medio desnuda en el jardín y entregándose en cuerpo y alma a su novio, Kurt Lockwood, que se enfrenta a la reina del gonzo en una escena de 28 minutos dejando claro el porqué del sobrenombre y la capacidad anal de Belladonna.
Más tarde, Lockwood se tira en la piscina de la mansión de Samson a Carmella Bing y a la española Rebeca Linares en una magnífica y potente escena, bien rodada y muy excitante y donde, incluso, Bing penetra analmente a Lockwood con un consolador mientras este hace lo propio con Rebeca.
La siguiente escena, más breve, nos trae a Belladonna haciéndolo con su novio Kurt y cómo éste se va transformando en Nick Manning, para asombro, pánico y deleite de Bella. Una escena oral bien rodada e inmersa en la parte argumental.
Más tarde llega Penny Flame en dos escenas intercaladas. Por un lado, disfrutando junto a Victoria Sin y Tom Byron, y, de forma paralela, en un potente lésbico con Belladonna en el que Flame penetra analmente a Bella con una botella de cerveza.
Cierran la parte sexual Samson y St.Croix en una breve escena en la que tenemos a Samson de morena; pero antes, Belladonna, Carmella Bing, Rebeca Linares, Savanna Samson, Victoria Sin, Evan Stone, Kurt Lockwood, Nick Manning, Steven St. Croix y Tom Byron se entregan a una gran orgía final que, pese al sexo potente, las cuerdas y todo el ambiente kink, queda algo desaprovechada por la fotografía y el estilo de Thomas a la hora de rodar la escena. Mucho morbo, pero una imagen demasiado sucia.
Thomas presenta con este remake su primer gran estreno del año (esperemos que no sea el único) y, pese a que no es todo lo genial que podría haber sido, crea una buena película argumental cargada de sexo potente y con un gran reparto. Sin duda, otra más que pugnará por el AVN a la mejor película en un año que se presume cargado de grandes estrenos.
Lo mejor: Belladonna
Lo peor: las comparaciones con la versión de 2005