Friday, August 13, 2010

Rawhide 2: Dirty Deeds (Andre Madness, 2010)

Desgraciadamente, Nic Andrews (creador de "Dark Angels", "Dark Angels 2", "Loaded", "Rush" o "No Limits") dejó hace años de dirigir películas. Sin embargo, y para suerte de los aficionados al porno argumental, sigue trabajando en la industria como guionista, productor y editor. Y éstas son las funciones que hace en el nuevo filme de Adam & Eve, "Rawhide 2: Dirty Deeds", secuela de "Rawhide" (Nicholas Steel, 2002, con Carmen Luvana) y que dirige en esta ocasión Andre Madness, que ya colaboró con Andrews en "Hearts & Minds 2: Modern Warefare" (2008).

Una compañía quiere comprar una gran cantidad de terreno en un pueblo sureño para construir centros comerciales, casinos y hoteles. Julia Underwood (Bree Olson) es ya dueña de casi todo el pueblo y ha acordado ceder las tierras a cambio de sacar tajada de las nuevas instalaciones. Sin embargo, Jessica (Kayden Kross), una humilde ranchera, se niega a vender su rancho y su terreno. Julia utilizará la fuerza bruta para arrebatar el terreno a Jessica, pero un forastero (Tommy Gunn) la ayudará a preservar el legado de su familia.

Pongo por delante a Andrews que a Madness como autor del filme porque su mano maestra se deja ver a lo largo de todo el metraje y es quien ha orquestado toda la producción. La historia avanza con buen ritmo, resulta interesante, combina bien los tempos pausados con las escenas de acción y de sexo, los personajes son atractivos, el clímax está bien conseguido, la resolución es potente y todo queda bien atado. ¿Qué más se le puede pedir? Bueno, una excelente banda sonora con buenos temas vocales, elemento que también tiene, superando, incluso, la de la primera parte.

Sin duda, el estilo es muy diferente al de la primera parte. Frente al drama puro y duro de la anterior entrega, “Rawhide 2” lo combina en gran medida con el thriller y la acción (muy bien llevado el tiroteo del final y la pelea entre Gunn y London), y Andrews crea más conflictos exteriores que potencian la trama sin perder de vista los conflictos interiores de cada personaje, pilar de la primera parte.

Y es que junto a la trama bien llevada, Andrews perfila unos personajes que funcionan a la perfección. Kross da vida con su habitual sobriedad a una mujer decidida y de convicciones a la que la situación la sobrepasa, y Gunn encarna al estereotipo de renegado que es un imán para los problemas y al que le pierde su buena voluntad. El personaje de Olson es quizá el peor construido ya que, aunque funciona como antagonista fría y calculadora, su personaje resulta algo plano a lo largo del filme.

Y junto al trío protagonista, tenemos a un sheriff corrupto bien interpretado por Evan Stone, a un secuaz de la mala sorprendentemente bien llevado por Marcus London y al mejor personaje de la película, Spider (Neil Delama), el amigo de Gunn que viene a ayudar a la pareja protagonista a librarse de la banda de Julia, un personaje muy divertido y natural que le da a la película el toque final que necesitaba para convertirse en un filme redondo.

Y así como el sexo, aunque abundante, era la parte más floja de la primera entrega, las escenas sexuales de “Rawhide 2” no decepcionan y conforman un buen contrapeso con respecto a la parte argumental, aunque repiten error y sólo nos ofrecen escenas de parejas, sin ningún trío o escena grupal.

Kayden Kross participa en tres escenas. La primera, en un flashback romántico, junto a su difunto marido, Eric Everhard, en exteriores. Más tarde, en una escena más festiva y ruda, junto a Evan Stone y, para terminar, el esperado encuentro con Tommy Gunn en la que es la única escena sexual del protagonista masculino.

Y Bree Olson, la mala de la película, tampoco se queda corta en la parte sexual. Primero con Ben English, más tarde con Jenna Haze y, finalmente, con Evan Stone, Olson protagoniza las escenas más enérgicas de la película mientras usa y desecha a sus compañeros de reparto.

La parte sexual la completan Marcus London junto a Tori Black; Anthony Rossano con Kristina Rose en exteriores, Alanah Rae y Angie Savage sobre el escenario, y Nicole Ray y Tony DeSergio en los baños del pub.

Madness, Andrews y Adam & Eve crean con “Rawhide 2” una de las mejores películas del año y una digna candidata a triunfar en los AVN del año que viene en apartados como mejor película, guión y dirección, y resulta un magnífico legado de Kayden Kross, que dejó Adam & Eve tras esta película (y fichó por Digital Playground) precisamente por desavenencias con su enemiga ante las cámaras, Bree Olson, la actual gran estrella de la compañía.

Lo mejor: El guión y el personaje de Spider

Lo peor: que el personaje de Olson no convence lo suficiente

P.D. La historia no continúa de la primera parte y el personje de Kross es una descendiente del de Luvana. El parentesco y el conflicto con el rancho (que es el mismo de la primera parte) es lo único que une las dos películas.












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