Mulder y Scully irán tras la pista de una serie de extrañas desapariciones en las que no queda más resto que ceniza y un extraño aceite negro, algo que hará sospechar a Mulder de que seres de otro mundo están implicados.
Era obvio que, tras el gran resultado de la parodia de Expediente X, New Sensations se lanzaría a realizar una segunda parte. Y aunque resulta otra gran obra, esta entrega te deja con una extraña sensación. Y es que como versión de la serie de Chris Carter es mejor todavía que la anterior, pero como película en sí, resulta menos atractiva.
El ambiente está todavía mejor conseguido que en la primera parte. Introduce personajes esenciales como garganta profunda y maneja una trama más acorde con el espíritu de la serie. Y no solo eso, sino que la resolución de la historia está muy bien conseguida, siendo la habitual en la serie, aportando tensión y misterio pero dejando a los protagonistas tan desconcertados como a los espectadores.
Pero también es cierto que, como también pasaba en la serie, el ritmo es más pausado que en la primera parte, la trama es más contemplativa y de diálogo que de narración clásica (como la anterior entrega) y eso hace que resulte menos atractiva. Sin embargo, el final compensa, con una escena corta pero muy efectiva que te deja con la sensación de ver una fantástica versión de la serie.
Y los malos en esta ocasión están mejor conseguidos. Lilith era un buen personaje, pero no tenía el verdadero espíritu de la serie. Estos seres humanos traspasando el aceite negro extraterrestre llegan a asustar y crear el suficiente halo de misterio para querer saber más de ellos. Aunque, por desgracia, no nos cuentan suficiente.
La historia se sitúa un año antes de la narrada en la primera parte, así que no podíamos esperar escena entre Mulder y Scully. Sin embargo, Kimberly Kane nos regala una buena escena con su compañero en sus fantasías mientras, en la realidad, se masturba en la ducha.
Pero la mejor escena es posiblemente el trio final con Bobbi Starr, Nikki Benz y el español Ramón Nomar, que deja que las chicas infectadas jueguen con él hasta el éxtasis. Antes de esto, April O’Neil y Bree Daniels nos ofrecen un estupendo lésbico en una película porno que está viendo Mulder.
Pero la película empieza con dos escenas de parejas. Danni Jensen se tira a Rocco Reed (con un personaje no muy bien dibujado) en la furgoneta con corrida en el culo incluida. Y después, India Summer y el garganta profunda (el personaje, quiero decir) Eric John, se lo hacen tras hablar de su plan oculto.
Así, una nueva buena entrega de los sex files que nos deja con la intriga de si tendrá continuación. En todo caso, esperemos que sea también precuela de la primera parte, para no perder la tensión sexual de los protagonista, elemento clave de la serie.
Lo mejor: la escena final, todas las escenas de los infectados y que capta muy bien el ambiente de la serie
Lo peor: que no es tan amena como la primera parte
No comments:
Post a Comment