Baby Boo (Riley Sttele) y Bandit (Jesse Jane) consiguen entrar tras mucho esfuerzo en la academia de élite de pilotos del ejército de Estados Unidos. Allí, se encontrarán con una dura competencia femenina (Kayden Cross) y con el menosprecio de los pilotos masculinos y del propio capitán, ante los que tendrán que mostrar que son tan buenos pilotos como ellos para lograr ser unas Top Guns.
Una de las cosas buenas de Robby D. (tiene muchas) es que se intenta superar siempre en cada película que hace. La última, “Top Guns”, no ha sido una excepción a esta regla y el director estrella de Digital Playground trae una nueva entrega de su serie de gremios (Babysitters, Cheerleaders, Nurses, Teachers, Fly Girls, Body Heat), pero intentado ir más allá, dándole más cuerpo al guión y gastando en ella más dinero, con una historia de pilotos de guerra del ejército de Estados Unidos.
El guión, sin traer una historia compleja ni intrincada, es más elaborado que el de las anteriores entregas de su serie (exceptuando a “Body Heat”, aunque ésta se quedaba coja y fallaba en la resolución). La historia atrae y entretiene, los personajes son atractivos y están bien construidos, la película tiene mucho ritmo y, además, tiene espectaculares escenas aéreas. Destaca también una muy cuidada banda sonora con temas rockeros que le dan a la película un toque más mainstream y profesional.
La película no llega a niveles de grandes obras de la compañía como “Loaded” o la saga Pirates, pero resulta la mejor de la serie de gremios a nivel visual y argumental. Quizá lo único verdaderamente importante que se le puede echar en cara al proyecto es que el plantel femenino vuelve a ser el mismo de siempre, (salvo la introducción de la nueva contract girl de la compañía, Selena Rose) algo que puede empezar a cansar a los espectadores.
Pero más allá de que el reparto femenino sea el de siempre, la parte sexual funciona bastante bien, sobre todo porque las escenas están bien metidas en la trama. Eso sí, de las seis, cinco son de parejas y sólo una orgía hacia el final rompe la monotonía de unas escenas de parejas chico/chica sin mucho riesgo ni variedad y sin nada de anal, lo que tampoco es una sorpresa.
La parte sexual comienza muy fuerte con Jesse Jane cepillándose a Erik Everhard en los baños del bar al que acuden los pilotos: una escena muy potente gracias a una Jesse Jane entregada y que demuestra por qué es la front-girl de Digital Playground. Y la dulce Riley Steele tampoco se queda a tras en su escena, poniendo cachondo a Marcus London (y a todos los espectadores) contoneándose al ritmo de la música para después dejarlo seco con un buen polvo.
Las otras tres parejas (Stoya-Mick Blue, Kayden Cross-Scott Nails y Raven Alexis-Ben English) no están aquí tan inspiradas como las dos rubias anteriores, aunque hacen un buen papel manteniendo la temperatura a lo largo de la historia y siempre resulta una delicia verlas en acción.
La de Raven Alexis con Ben English, que se veía venir durante toda la película, está situada, erróneamente, al final, empañando el gran colofón sexual que supone la orgía de rigor en las películas de Robby D., que en esta ocasión tiene como protagonistas a Tommy Gunn enfrentándose como un campeón a Jesse Jane, Kayden Kross, Riley Steele, Selena Rose y Stoya en el angar de los aviones.
Robby D. trae, así, una nueva muestra de su buena mano en los filmes argumentales y sube el listón para su próximo proyecto, que esperemos que incluya a alguna chica de fuera de la compañía y renueve también a parte del elenco masculino. Sea como fuere, “Top Guns” es la primera gran película del año en Estados Unidos.
Lo mejor: Que Robby D. se lo curre cada vez más
Lo peor: Que no vayan renovando las chicas
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