Throat: A Cautionary Tale (Paul Thomas, 2009)

Vivid levantó mucha espectación al anunciar que Paul Thomas dirigiría para ellos el remake de una de las más célebres películas X de la historia: "Deepthroat". Veterano y talentoso en la reimaginación de clásicos ("The New Devil in Miss Jones", "Debbie does Dallas.. Again"), Thomas aborda la historia de una mujer con una malformación, tener el clítoris en la parte interna del cuello, desde un punto de vista totalmente diferente al del filme original. Thomas se aleja de la comedia para adentrarse en un thriller policiaco con toques psicodrama y le da el papel protagonista a la excepcional Sasha Grey.

Julie (Sasha Grey) aparece muerta en un párking a causa de una botella de cerveza rota encastada en su cuello a través de la boca. La chica en cuestión es una recién estrenada artista erótica, anunciada como una atracción de circo, que tiene como reclamo tener el clítoris dentro del cuello. Dos policías de Los Ángeles (Tom Byron y Penny Flame) investigan el caso. El exnovio de la chica (Trent Tesoro), su compañera en el club (Aliana Love), el productor que la exhibe (Evan Stone) y un rabino obsesionado con ella (Hershell Savage) son los principales sospechosos del crimen.

En esta ocasión, el término remake queda muy lejos de lo que ha hecho Thomas. Cogiendo como único punto en común la malformación de la protagonista, Thomas crea otra historia totalmente diferente y cambia radicalmente el tono y el género del filme. "Throat: A Cautionary Tale" son dos historias con una misma protagonista (pasiva en una, activa en la otra): es la historia de dos detectives en plena investigación policíaca, y es la de una chica insegura que se rodea de la gente equivocada que la aboca al desastre. Trasladándose adelante y atrás en el tiempo (cogiendo como punto inicial el descubrimiento del cadáver), Thomas fusiona las dos historias de una manera bien cohesionada utilizando recursos del thriller y del drama.

Y Thomas hace, como de costumbre, un buen trabajo. Pese a que se hace algo lenta en algunos momentos, la historia de la vida y la muerte de Julie avanza con fluidez. Pero lo más importante es que Thomas logra lo que pocos alcanzan en el género: mantener el interés hasta el final por averiguar quién ha matado a la chica y, además, sorprenderte. Presenta bien a los sospechosos, les da el tiempo justo y los caracteriza bien, muestra a su debido tiempo los hechos ocurridos y logra crear empatía con la víctima.

Sin embargo y pese a los minutos que se le da a la pareja de policías, sus personajes quedan algo incompletos. Se nos muestra particularidades de su vida como el alcoholismo de ella o su peculiar relación sexual, pero Thomas no termina de completar su historia. Asimismo, el personaje del rabino pide más minutos a gritos, ya que es de vital importancia en la historia y su personaje gana misterio en cada aparición.

De todos modos, el personaje principal se nota muy trabajado y los personajes secundarios son satélites muy bien perfilados que giran a su alrededor afectándola de uno u otro modo. El personaje de Grey coge fuerza a medida que avanza la película hasta el estallido final sobre el escenario, en una secuencia impactante próxima al desastre inicial.

Pero como no podía ser de otro modo y tal como pedía el argumento (la mejor forma de satisfacer a Grey es la felación profunda, como en el caso del personaje de Lovelace), la película está llena de sexo. Gran parte de la parte sexual del filme está dedicada a Sasha y su capacidad para tragar hasta el fondo (fotografiada de forma menos carnal que Damiano, pero muy bien retratada). La excesiva presencia sexual de Sasha se podría considerar uno de los fallos del filme, ya que el ritmo se ralentiza y el cuerpo te pide más variedad, pero al igual que hizo en "The Masseuse", Thomas logra que no te canses de la misma protagonista sexual en la mayor parte de las escenas.

Sasha protagoniza siete de las nueve escenas sexuales de la película. Sin embargo, las otras dos nos traen un fantástico duelo al aire libre entre Byron y Flame y una fiesta sexual en el club con Aliana Love, Beverly Hills ,Kelly Wells ,Marco Banderas, Penny Flame, Ricki Raxxx y Voodoo. En cuanto a las escenas de Grey, algunas son cortas e inacabadas y otras más largas y completas, y todas son más o menos variadas, con lo que el show no cansa ni aburre. La tenemos jugando torpemente (por guión) con un dildo sobre el escenario mientras Aliana Love hace lo mismo con más gracia a pocos metros.

En el terreno estrictamente oral, Sasha satisface en una tensa escena a Savage. Antes, había hecho lo mismo en una escena espectacular con su novio (Tesoro) y con hasta cinco hombres (uno después de otro) en el sometimiento oral al que le somete su novio por dinero. Finalmente, Grey hace lo propio con Lee Stone en una muy buena escena oral, pero con un final impactante e inesperado.

Pero el espectáculo sexual de Grey no acaba ahí. Trent Tesoro e Evan Stone se someten a Grey en sendas escenas completas en las que Grey demuestra que puede con todos y con todo. Oral profundo de nuevo, anal, vaginal y posiciones varias en dos escenas que resultarán muy satisfactorias para los fans de la dulce Sasha.

Y es que Grey es uno de los mayores aciertos de la película. Es una mujer con personalidad, es bellísima, atractiva, sabe actuar, es una máquina sexual y domina a la perfección el sexo oral más profundo. Grey tiene asegurada la nominación a mejor actriz con este papel, galardón merecido tras papeles dramáticos tan potentes como éste o el que encarnó en la bella y delicada "The Last Rose".

Thomas firma una película sobria y dramática (quizá demasiado) con un trabajo muy firme en el guión, el montaje y la dirección de actores, y demuestra, de nuevo, que es uno de los mejores directores del adult business actual.

Pre nominaciones: Película, Director, Actriz principal, Actriz Secundaria, Guión, Fotografía, Montaje

Lo Mejor: Sasha, su escena final y la acertada (y muy diferente) revisión de un clásico

Lo Peor: Es algo lenta en algunos tramos