Brad Armstrong dirigió el año pasado para Wicked Pictures un nuevo thriller con su mujer Jessica Drake como protagonista absoluta. Junto a ella, un gran número de secundarios entre los que se encuentran Barrett Blade, Exotica, Jenaveve Jolie o Tommy Gunn, y el antagonista, un Randy Spears dispuesto a todo por conseguir lo que quiere.
Teresa (Jessica Drake) acepta el trabajo de guardesa de la casa de el señor Robert Townsend (Brad Armstrong) mientras éste está de viaje de negocios. Las normas son muy estrictas: no tocar nada, no dejar entrar a nadie. Tras unas pequeñas transgresiones de esas reglas alguien llama a la puerta. Kevin Kline (Randy Spears) quiere entrar en la casa con una excusa estúpida. Teresa no se lo permite y no le da importancia, pero Kevin logrará atemorizarla y hará lo que sea para entrar.
A través de un guión de construcción muy clásica, Armstrong (guionista y director) nos cuenta una historia atractiva, entretenida y con cierto suspense, pero a la que se le nota que se le podía haber sacado más partido. Se crean algunos buenos momentos de tensión entre Drake y Spears (básicamente, vía telefónica), con un montaje simple pero efectivo (Eddie Door) y un buen trabajo de los actores. Francois Clousot realiza un trabajo de fotografía impecable, dotando a cada escena del ambiente idóneo, sin sobrecargar el filme de claroscuros, pero sin perder la continuidad necesaria.
Al igual que hizo en “Lovers Lane”, Armstrong se reserva para sí mismo un papel pequeño y deja a sus anchas a la pareja protagonista, que en este caso son enemigos claros: Drake y Spears, que soportan papeles desiguales. Drake da vida a una mujer desubicada, miedosa y que nunca domina la situación, y su antagonista, Spears, personifica a un hombre que sabe siempre donde pisa y se sabe dueño de las riendas de la situación. Aunque bien ideados, son unos personajes algo planos que, a la larga, se hacen algo inverosímiles o, si más no, algo sosos, pero que cumplen su función y llevan bien el peso del filme. Así mismo, no todas las escenas que requieren de más particiapantes estan bien encajadas: varias de las escenas sexuales parecen sólo de relleno e, incluso, la de Exotica y Tommy Gunn corta la acción por completo.
El sexo en el filme mezcla las escenas suaves pero sensuales y morbosas a las que nos tiene acostumbrados Wicked Pictures, y otras más duras y atrevidas que surgen cuando Armstrong está inspirado o la compañía se lo “permite”. Lésbico, orgías, varios anales… y un reparto variado de mujeres. Son siete las escenas sexuales de la película: cinco parejas hetero, un lésbico y una pequeña orgía de seis personas. Jessica Drake participa en tres de ellas (orgía, hetero, lésbico) y la mejor es, probablemente, la orgía, en la que participan Barrett Blade, Jessica Drake, Lauren Phoenix, Jenaveve Jolie, Kelly Wells y Kris Knight.
En el terreno interpretativo, sólo Drake y Spears pueden destacar, ya que el resto de papeles quedan bastante desdibujados. Aún así, Armstrong realiza más que correctamente su pequeño papel en el filme. Pese a tener un buen papel (aunque algo plano, como he dicho antes) Drake no consigue destacar mucho, aunque no decepciona, dotando de la personalidad justa al personaje. Sin embargo, Spears consigue realizar un mejor trabajo en un papel que se le da muy bien: el de sociópata obsesivo. Pese al poco juego que Armstrong le otorgó en su guión, Spears consigue asustar y preocupar, y le da vida a un personaje algo estereotipado, pero muy efectivo.
En conclusión, un filme que no pasará a la historia, pero que no decepciona. Brad Armstrong se maneja muy bien en el terreno del suspense (“Last Night”, “Lovers Lane”, “Jenna’s Revenge”) y pone en juego todas sus cartas en el asunto. Sin embargo, se nota cuando tiene entre manos un proyecto importante como “Coming Home” y pone todo su interés en él; “House Sitter” podría haber sido mejor, evitando algunas escenas sexuales de relleno y buscando otras más justificadas que, además, alimentaran la parte argumental, además de perfilando mejor los personajes y dándoles más juego. De todos modos, “House Sitter” es una buena película de intriga que no decepcionará a ningún fan del porno argumental. Vale la pena.
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