Un grupo de amigos se dirige, en un largo viaje por carretera, a un festival de música en el desierto, el Black Rock Festival, una gran rave mítica en todo el país. Cada uno trae sus propios problemas e historias personales, pero todo quedará de lado cuando un grupo de vampiros aceche al grupo y al resto de asistentes al festival.
El argumento es simple, pero el guión está muy bien construido. Raven se vuelve a inmiscuir en el cine de género y trae una película bien narrada y realizada y que cumple con las expectativas creadas. Vuelve a situar la historia en Desert City, lugar donde ocurrieron los hechos narrados en "The Visitors" (de hecho, hay incluso una referencia a ello en el filme). Y es que "The Wicked" tiene mucho que ver con su obra maestra de 2006. Se trata de una película de terror en la que los momentos tensos y los sustos están muy bien dosificados, y los vampiros sólo se ven cuando es necesario, aunque más que los extraterrestres abductores de "The Visitors".
La ambientación está perfectamente creada, con tonos ocres asfixiantes en el desierto de día, y filtros azules de diferente intensidad de noche y en las escenas oníricas de tensión. Nos encontramos también con buenos diálogos y, en definitiva, con personajes bien construidos que nos ayudan a creernos la historia, inspirada en filmes como "Abierto hasta el amanecer". No es una película plagada de sustos, pero el terror nos viene cuando nos metemos en la historia y vemos la furia destructiva de los vampiros que se cierne sobre los protagonistas.
La película tiene siete escenas sexuales. Como en "The Visitors", puede que el sexo sea lo que más decepcione al público. Muchas parejas, sexo no demasiado duro y, en esta ocasión, algunos filtros que no dejan disfrutar plenamente del sexo, aunque ayudan a dar cohesión al filme. Encontramos seis parejas y una pequeña orgía, aunque en realidad ésta no es más que una escena con un trío de dos chicos y una chica, por un lado, y un dúo lésbico, por otro.
La mejor escena sexual de la película es la que comparten Voodoo y la guapísima Tori Black. Se trata de la escena más enérgica del filme, sin filtros extraños, en una habitación del hotel donde se hospedan y donde a ambos se les nota que disfrutan al máximo. Es Tori la que domina la situación y la que logra que la escena sea más que creíble y muy excitante. Sin duda, un chica a la que seguiré muy de cerca.
El resto de escenas están bien, pero unas (como la de Aaron Wilcox y Scarlett Fay y, en menor medida, la Jenny Hendrix y Rocco Reed) quedan algo desaprovechadas por la ambientación, que no te deja disfrutar plenamente. Las otras, las protagonizan Barrett Blade y Kaylani Lei (en una escena que no me dice mucho) y Roxy DeVille y Johnny Castle, en una buena escena en exteriores, en la que Roxy hace un buen trabajo oral, pero en la que se echa en falta más diversidad de posturas y que ella se quite más ropa.
En el terreno interpretativo, todos mantienen el nivel al que nos tienen acostumbrados. Kailany y Barrett son los que soportan un papel más elaborado y los que mejor lo defienden, siendo creíbles y creando empatía. Voodoo, como de costumbre, sobreactúa en su papel del mejor amigo del protagonista, pero cada vez estoy más seguro que le escriben los papeles a su medida. Tori Black, por desgracia, tiene un papel más pequeño que los anteriores, pero no lo hace nada mal. Los "malos", los vampiros, cumplen todos (Evan Stone, Barry Scott, Mikayla, Sophia y otros) con su papel, que aunque no tiene diálogos ni es muy complejo, es realmente importante y queda bien retratado. El caso de Stormy y Derreck (dos autoestopistas que recoge el grupo y que luego resultan ser cazavampiros) es especial: los personajes quedan un poco colgados en la historia, se les que quiere otorgar tanto misterio, que no quedan bien definidos, por lo que la interpretación es correcta, pero extraña.
En conclusión, estamos ante una buena película y sin duda, una de las mejores de la compañía en esta temporada. Una obra personal y con toque artístico que nos recuerda al mejor Raven que ya conocíamos antes de llegar a Wicked Pictures en películas como la genial "Underworld". Podríamos decir sin miedo a equivocarnos que "The Wicked" es, junto a "The Visitors", "Beautiful", "Watching Samantha" y "Killer Sex and Suicide Blondes", de lo mejor que ha hecho Michael Raven para Wicked Pictures.
Lo mejor: La dirección artística, los personajes, la escena de Tori Black y la obra como conjunto
Lo peor: que la ambientación no deja disfrutar de algunas escenas sexuales
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